Ser mama, es un viaje lleno de alegrías, desafíos y momentos inolvidables; realmente ser madre es un camino que te lleva a explorar tus límites y que te hace descubrir tù fortaleza como mujer.

Un recorrido que desde el día uno te hace subirte a una montaña rusa de emociones, te llena de alegría y al mismo tiempo de miedos.

Y es que, ahora mismo no lo entiendes, pero este viaje te va a llevar a superarte como mujer, a encontrarte con tu niñez y a sacar en definitiva lo mejor de ti.

La verdad, es que si pudiera retroceder en el tiempo, me gustaría haber leído estas palabras, cuando nació mi hijo.

Realmente me habrían ayudado a sentirme más tranquila, y mucho mejor equipada emocionalmente, para enfrentar lo abrumadora que puede ser la maternidad, y hasta la soledad que, a veces, trae consigo.

Maternidad

Este huracán de emociones que se siente, cuando entras a tu cita a ciegas, que tomas a tu bebe en brazos, que sientes su aroma, su tersa piel, que vez sus ojos, su boquita, que te deleitas en ese instante lleno de amor… en ese instante también nace una nueva mujer, porque ciertamente nadie te cuenta que ese día una mujer queda atrás y llega una totalmente nueva.

Por eso, hoy te quiero compartir 10 consejos que se te ayudaran en el viaje de la maternidad.

10 consejos para nosotras las madres.

1. Permítete sentir y vivir el momento presente.

Está bien tomar un respiro, la maternidad está llena de desafíos, pero también de momentos hermosos.

Aprovecha cada oportunidad para crear recuerdos especiales con tu bebé, hay cosas que una cámara de celular no puede guardar, y que solamente quedan dentro de nuestro corazón.

2.    No te culpes.

No te sientas mal si una noche tu niño llora y no sabes las razones, si te sientes agotada, si la falta de sueño te hace ver todo más abrumador, si tu hijo se enferma, respira mamá, cuenta hasta 100 si lo consideras necesario, pero no te auto flageles, no te culpes.

3.    No existe perfección.  

En definitiva, cada bebe es diferente, no sé si has escuchado a las abuelas decir que los bebes de antes abrían los ojos al pasar de los días, que si los dejabas en una silla quietos se quedaban y que ahora no sucede así.

Lo mismo sucede con la maternidad, cada una es diferente, cada madre y su hijo es un mundo, cada estilo de crianza lo es.

No te compares con otras madres y haz lo que funcione mejor para ti y tu bebé.

Recuerda que tienes el derecho de ser real, no tienes que ser perfecta las 24/7. Detente un momento, respira y date el tiempo para ser imperfecta, para ser Real.

4.    Eres la mejor mamá para tu pequeño

Confía en tus instintos maternales y en el amor incondicional que sientes. Tu relación única con tu bebé es lo que lo hace especial. No compares tu maternidad con la de otros; eres exactamente la madre que tu hijo necesita.

5. Cuida de ti.

Tu salud mental y física también son importantes en estos momentos. De hecho, tu bebé necesita una mamá que se sienta bien, se sienta feliz, intenta dedicarte 10 minutos para ti.

A pesar de que esto suena a cliché, te pondré un ejemplo personal: Cuando quería lavarme el cabello y hacer una pequeña exfoliación en la piel, tema que podía ocurrir cada 8 días. Ingresaba a mi hijo al baño conmigo, lo ponía en su mecedora, alrededor juguetes, le hacía bromas para hacerlo reír.

Ese era mi momento, hoy sé que no lo hice de la manera que los demás me recomendaban, por fortuna, fue la manera en que me sentí bien.

6. Confía en tus capacidades.

Tu cuerpo es sabio, esta diseñado por Dios de una manera sorprendente.

Creaste un bebe en 9 meses dentro de ti, eres la única que sabe como se siente su corazón, y tu bebe es el único que sabe como se escucha el tuyo.

Confía en tu instinto maternal, en el amor que das, y en lo bondadoso y perfecto que es tu cuerpo.  

7. Acepta la ayuda que te brindan.

Es normal sentirnos que podemos con todo, y no tener la suficiente confianza para dejar nuestros hijos a cargo de otra persona.

Ten en cuenta que somos protectoras, sin embargo, acepta la ayuda en cosas del hogar si a tu pequeño no quieres soltar.

8. Comunícate con tu pareja.

En cuanto a tú pareja, ten una comunicación abierta, no dejes para ultimo y guardado nada.

Expresa cómo te sientes, tú salud mental es importante, por eso un hijo y lo que eso conlleva es trabajo de ambos padres, un equipo.

9. Nadie nace con un manual de como ser mamá.

Es válido preguntar, leer, asesorarte sobre los diferentes temas que trae la maternidad, la lactancia, la alimentación complementaria, la educación y la preparación pueden ayudarte a sentirte más segura y tranquila.

No existe un manual perfecto de cómo educar a nuestros hijos. Si te sientes  insegura en algún tema, busca información confiable y consulta con profesionales, no te dejes llevar por el remedio de la vecina, lo que a ella le funciono puede que a ti no.

Y por ultimo y no menos importante, recuerda que:

10. Eres fuerte y eres valiente.

A medida que miro hacia atrás en mi viaje como madre, veo que la maternidad es una decisión increíble que me ha enseñado lecciones de paciencia, amor y resiliencia.

Cada día es una oportunidad para ser la mejor versión de mi misma y para crear recuerdos especiales con mi pequeño.

Hoy, con mi hijo de cuatro años, puedo decir con orgullo que la maternidad es un amor para toda la vida .

Que ha traído consigo lecciones de como todos los días trabajar en la mejor versión de mi misma, en ser paciente, amorosa, en como un abrazo puede curar el día mas abrumador, y como ver dinosaurios en la televisión puede ayudarte a curar un dolor de muelas.

Encuentra Fortaleza en los Desafíos y Alegría en los Momentos Especiales.

Si estás leyendo esto, recuerda que eres una mujer fuerte y valiente.

No estás sola; muchas de nosotras hemos enfrentado momentos desafiantes y lo seguiremos haciendo, porque la maternidad es un viaje constante de altibajos.

Pero cada día, cada abrazo y cada sonrisa de tu bebé son recompensas que valen la pena. Eres una madre maravillosa, y tu hijo es afortunado de tenerte como mamá.

La maternidad puede ser un camino complicado, pero también es un camino lleno de amor y crecimiento. Así que, mamá, sigue adelante, enfrenta los desafíos con valentía y celebra los momentos especiales. Eres increíble y estás haciendo un trabajo maravilloso.

¡Dios te bendiga en tu viaje como mamá!

Voy por un café, un abrazo, ¡Dios contigo!